sábado, marzo 20, 2010

CARTA A UN GENERAL EN ACTIVO

General, te escribo a ti, que estás en activo, que tienes mando y que disciplinadamente obedeces las órdenes de tus superiores, civiles y militares, sin que al parecer te importe, ni poco ni mucho, el daño que puedas hacer a los sentimientos de tus compañeros retirados. Compañeros que ni siquiera tienen voz, ya que los organismos que gestionan las diversas Asociaciones militares, salvo rarísimas excepciones, están subvencionadas por “Defensa”.

Vuestra actuación ante la situación por la que atraviesa España y, por supuesto, el Ejército en el que hemos servido antes que tú, me recuerda la de aquel ejército español acuartelado en Madrid en mayo de 1808, mientras Murat, legal representante de Carlos IV en Madrid, daba un sangriento repaso al pueblo madrileño. Unidades españolas relevaban en sus misiones de vigilar palacios y edificios saqueados por los franceses, pasando por encima de los patriotas muertos en combate o asesinados. Unos días después de los fusilamientos en la Moncloa y en la montaña del Príncipe Pío, Murat pasaba revista en el Prado a aquellos regimientos que tan disciplinadamente permitieron la matanza de sus conciudadanos.

Pero aquí se da un detalle muy interesante que quizá te haga pensar. Si te preguntaran los nombres de los valerosos y disciplinados jefes de aquellos regimientos que se mantuvieron inmóviles en horas de matanzas, te pondríamos en un aprieto, porque felizmente la Historia los ha olvidado y sólo, buceando en sus archivos y manuales, pueden surgir los nombres de aquellos miserables. Sin embargo, los de esos otros militares, los pocos que desobedeciendo órdenes viles, se enfrentaron a la muerte ignorando al vendido “mando”, serán recordados por los siglos de los siglos, pese a haberlos apeado de la escalilla de las Armas de Infantería y Artillería, donde figuraban desde hace casi dos siglos. Ya no hace falta el recuerdo de héroes, entre otras cosas porque ya no hay Armas, sino especialidades en algo que se llama “Cuerpo General”.

Ignoro qué parte, rincón o entretelas de tu conciencia te permite eliminar símbolos y escudos de los monumentos que, en muchos casos, se erigieron en memoria de nuestros héroes, y que formaban parte de nuestro Patrimonio. Nos gustaría saber qué sientes cuando, obedeciendo órdenes “legales” del “Murat” del momento (del enemigo), coges la piqueta y destruyes los escudos de España con el águila de San Juan que figuraba en las Banderas de los Regimientos en los que tú mismo has servido, y si no has servido por tu extrema juventud, sí hemos servido una legión de compañeros cuyos sentimientos te importan, al parecer, más bien poco. Escudo que estaba en las Banderas que cubrían los féretros de los compañeros asesinados por unos terroristas a los que, los antecesores políticos de los amos de ahora, apoyaron en aquellos tiempos de cobarde e inútil oposición al llamado “franquismo”.

No sabemos qué sentirías cuando los enemigos más encarnizados del Ejército consiguieron cerrar un Museo Militar en Barcelona sin que ninguno de vosotros haya dicho ni una sola palabra, ni el más tímido epitafio. Ni tenemos ni idea de cómo aceptas que gentes ajenas a nuestra profesión, recién llegados a la “zona militar”, se hagan con las riendas de todo para poder organizar un Museo del Ejército en Toledo, sobre los restos del desahuciado de Madrid, siguiendo criterios que la inmensa mayoría de los militares, activos y pasivos que conservaran un mínimo de dignidad, nunca habríamos aceptado.

Nos gustaría saber también tus sentimientos cuando te enteras por la prensa (porque a ti no te han pedido tu opinión) que los herederos políticos de los que asesinaron a varios miles de militares (¿compañeros?) en Paracuellos del Jarama, hoy se apoderan del Valle de los Caídos, lo eliminan del Patrimonio, arrasan símbolos, destruyen de la cúpula la parte del mosaico que les desagrada, y lo ponen en manos de una extraña sectaria de cerebro tarado por el odio, para convertirlo en un lupanar político.

¿Puedes dormir tranquilo? ¿Puedes mirarte a los ojos en el espejo sin la necesidad de bajar la vista avergonzado ante lo que te obliga a hacer tu ciega disciplina? ¿Puedes echar discursos, sin que se te revuelvan las tripas, a veteranos que acuden a esos actos donde se dan al final vivas, y se cantan himnos inútiles después del cava y las croquetas? ¿De qué les puedes hablar? ¿De honor y de dignidad?

Sólo se entiende esa postura si nuestras dudas se contestan con esta frase: es que ese general no es nuestro, es de ellos y piensa como ellos.

Si es así, lo entendemos perfectamente, y es que ese general, ya pertenece al enemigo.

Jesús Flores Thies
Coronel de Artillería (Retirado)

sábado, marzo 06, 2010

LOS AÑOS DE ZAPATERO

Para los chinos, 2009 fue el año del BUEY y este año es el del TIGRE. Felices ellos que, cada año, cambian de animal.

Nosotros ya llevamos 6 años con el mismo BURRO!!!!....